Nacido
en Crozon, Gran Bretaña en 1887 y fallecido en París en 1951
mientras dirigía una adaptación de “El Poder Y La Gloria”. Fue
actor, director y escenógrafo Francés. Comenzó a sumergirse en el
mundo de la escena desde muy temprana edad, viajando a París para
matriculase en el Conservatorio de Arte Escénico, pero debido a una
dificultad en su pronunciación (tartamudo) fue rechazado. Por este
motivo y sin dejarse vencer tuvo que empezar con la interpretación
de papeles secundarios, pero con perseverancia y convicción del
oficio logro convertirse en una de las grandes figuras del teatro
francés del siglo XX.
Su
primera oportunidad para su debut teatral se la dio Jacques Copeau,
en una adaptación teatral de “Los Hermanos Karamazov” de Fiodir
Dostoievsky, donde compartió escenario con Charles Dullin , que
luego se convertiría, también, en un gran actor director,
empresario teatral y teórico de la escena.
Con
el éxito de esta adaptación Jouvet fue invitado por Copeau a formar
parte de su compañía "Vieux-Colombier", donde termino de
desarrollarse como artista, ya que durante su participación en la
compañía desarrollo todo tipo de laboras: decorador, director
escénico y también hasta montador y electricista.
Luego
de un aislamiento militar (1914-1917) realizo con la compañía una
gira por Estados Unidos con amplio repertorio
En
1920 Louis Jouvet fue reconocido por sus innovación escenográficos,
a raíz de diseño de ESCENARIO ABIERTO, sin embocadura.
Aun
con estos grandes éxitos, sin beneficios económicos, Jouvet sufrió
de problemas financieros, que para salir decidió juntarse con su
antiguo compañero Charles Dullin y crear una nueva compañía
conocida como “Cartel Des Quatre”, que se mantuvo activo desde
1927 hasta 1939. Formaron parte de esta compañía también actores y
directores como Pitoëff y Baty.
A
partir de 1939 fue conocido como Ateneo Lois Jouvet al ser nombrado
como director del teatro del Ateneo.
Debido
a la invasión Alemania, Jouvet se vio forzado a realizar una gira
con su compañía por hispanoamericano, ya que la censura nazi había
prohibido a autores como Giraudox y Romains.
La
versatilidad interpretativa de que hizo gala Jouvet sobre un
escenario teatral le permitió, asimismo, dejar grabadas en el
celuloide algunas actuaciones memorables.
Jouvet
dejó merecida fama de profesor exigente en el Conservatorio de
París, donde impartió clases sobre interpretación dramática.
Muchas de sus teorías teatrales han sido recogidas en un ensayo que
el actor y director publico en 1938 “Réflexions du comédien”,
pero sus métodos han sido ampliamente difundidos y revalorizados a
partir de 1986. Sus enseñanzas suponen un término medio entre las
propuestas de Bertolt
Brecht
y Konstantin
Stanislavski,
pero siempre dentro de una constante preocupación pedagógica que
rebasa los límites de lo puramente teatral para mostrar su interés
por los procesos generales de transmisión de conocimientos.
Jouvet
discute la teoría de la identificación del actor con el personaje
que interpreta a corazón, resaltando la noción de gusto y de
disponibilidad (del actor) para la metamorfosis, habla de no tener
una vida sino múltiples y en cada día una nueva individualidad para
satisfacer una necesidad permanente de evasión y encarnación.
Se
plantea una discusión entre el actor y el comediante donde establece
que este solo podía interpretar ciertos papeles en donde
distorsionaba a los demás según la personalidad, en cambio el actor
puede jugar con todos los roles, el actor no habita un personaje sino
que el actor esta habitado por el. A partir de este plateo Jouvet
distingue tres fases por las que el actor transita.
En
primer lugar por la vocación , la sinceridad, la ilusión, y un
trastorno de la personalidad y su existencia.
Luego
viene por la fase de desilusión, cuando el actor empieza a darse
cuenta de que la posesión del personaje es una ilusión, descubre
simulaciones y limitaciones teatrales.
Por
ultimo la etapa intuitiva, rara vez alcanzada, el actor vive la obra
como una historia que tiene lugar en el. Incluye una creación del
poeta dramático, un estado interior, a la que se llega por el
pensamiento, con un estado sensible. Para él , el propósito del
teatro no es impresionar, sino sentir.
Respecto
al texto lo plantea como palabra, frases o versos que son huellas y
cicatrices de los sentimientos del poeta. La mayor parte de una frase
o un verso no es ni la gramática ni sintaxis o retorica sino que
cuenta con un significado inmediato de sensaciones y sentimientos que
el poeta cristaliza en palabras.
Con
esto el actor debe de sentir todo lo que representa, bañarse de esa
sensación para poder expresar la palabra para así poder jugar con
el texto y el papel.
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